Cuando de liderazgo se trata, hay variables multi-causales que lo pueden favorecer o no. Las personas que eligen ser líderes en las organizaciones, les viene bien entender la importancia de comprender la Autoeficacia, pues este conocimiento ampliará su responsabilidad y perspectiva respecto a sus seguidores.
La Autoeficacia es la creencia que uno tiene sobre las capacidades y los recursos personales para cumplir con las demandas de una tarea específica. (Bandura, 1997).
¿Cómo esta se vincula con el liderazgo? Las creencias que tienen las personas acerca de sí mismas son claves para la consciencia, el control y, en términos generales, la competencia personal. Por lo tanto, el concepto no hace referencia tanto a los recursos que se disponga sino a la opinión o juicio que tenga la persona sobre lo que puede hacer con ellos. Las creencias de autoeficacia de las personas determinan su nivel de motivación, por lo tanto, afecta la elección de las actividades, la persistencia requerida y el esfuerzo que se necesita para llevarlas a cabo.
En otras palabras, una persona que crea que puede hacerlo bien, se compromete más con actividades encomendadas, muestra mayor involucramiento y persistencia, independientemente de las dificultades que se le puedan presentar. Por lo tanto, los líderes que eligen realmente un acompañamiento (que en términos de teorías contemporáneas de liderazgo pueda ser transformacional), pueden impactar de manera positiva la autoconfianza de sus seguidores y de esta manera producir un efecto favorable en el desempeño de los mismos.
¿Cómo se forma la autoeficacia? Los expertos hablan de 4 fuentes principales, si usted es líder y le interesa fortalecer la autoeficacia de sus colaboradores, además de enunciar las fuentes, le comparto algunas sugerencias que puede implementar para el desarrollo de los mismos:
- Las experiencias anteriores:
La identificación, observación y vivencia de los éxitos pasados crean una fuerte sensación de autoeficacia personal percibida, como líder genere conversaciones con sus pupilos respecto a situaciones de éxito que pueda traer del pasado, ¿cuáles fueron los comportamientos diferenciales que permitieron ese éxito? y ¿cuáles aplicaciones puede hacer a la realidad actual? Estas conversaciones tienen como objetivo incrementar su sensación de control con recuerdos positivos que le permitan identificación y confianza para asumir retos cada vez más complejos. - Experiencias vicarias:
También se le llama aprendizaje por modelamiento u observación. Permítale a sus colaboradores que lo observen en ejecuciones retadoras, sociales, desafiantes y que impliquen tanto lo relacional como la tarea, compártale sus propios desafíos como líder, sus actitudes de lucha, desafío y superación, converse sobre aquellos “maestros” que en usted sembraron aprendizajes, puesto que podrán ser un buen motivador para avanzar. - Persuasión verbal:
Se refiere a la estrategia cognitiva para inducir la creencia en su colaborador que posee la capacidad suficiente de conseguir lo que desea. Usted puede realizar retroalimentaciones no solo correctivas, favorezca las retroalimentaciones apreciativas o positivas y en términos generales obtenga pérdida de temor en usar más el reconocimiento, de manera que contribuya a la creencia positiva que puede tener de sí mismo su colaborador. - Estados fisiológicos:
Muchos estudios documentan los costos de la ansiedad, el estrés, la fatiga, su impacto en el clima laboral y por ende en la productividad ya que los estados emocionales impactan en la realización y motivación para las actividades. Pregúntese como líder, ¿qué está haciendo en su cotidianidad para generar estados de ánimo positivos? El optimismo y el buen humor son ingredientes que se necesitan en dosis altas en los ambientes organizacionales donde la incertidumbre es uno de los protagonistas.
– Sandra Willman –